Con
mucho temor y esperando equivocarme escribo esta columna sobre el probable fin
de la Liga Invernal Veracruzana, ya que después de 10 años de existencia de la
liga, esta probablemente llegará a su término.
En
el año 2005 y con el apoyo, del entonces gobernador del estado, Fidel Herrera
Beltrán, renació la Liga Invernal Veracruzana a cargo del Ingeniero Carlos Sosa
creada para que los peloteros veracruzanos tuvieran donde jugar en invierno, lo
que propició el desarrollo de más jugadores que representaran este estado, recordemos que Veracruz siempre ha sido un
gran productor de beisbolistas profesionales.
Por
otro lado, hablando de la actividad extradeportiva, la invernal ha sido una
fuente de empleo temporal para mucha gente, desde personal de mantenimiento de
los campos hasta vendedores, por lo que hay muchas personas alrededor de los
equipos obteniendo ingresos para sus familias.
Poco
a poco la liga creció a tal grado de convertirse en un torneo de prestigio y
con un gran nivel, lo que conllevó a contratar jugadores con sueldos elevados y
por ende la liga se encareció a tal grado que las nóminas de los equipos fueron
muy altas y difícilmente costeables con el apoyo económico que otorga el
gobierno.
Es
importante mencionar que mucha culpa de que en este año probablemente no haya
liga es de los propios directivos de los equipos, ya que están esperanzados en
el apoyo que el gobierno les da y nunca se preocuparon por buscar ser
autosustentables a través de un programa de mercadotecnia que generara
ingresos.
El
tener un equipo profesional de béisbol no es cosa fácil, los gastos son muchos,
desde pelotas, bates, uniformes, comida y hospedaje de los peloteros, giras, en
fin, un mundo de gastos, pero todo esto se reduciría si los equipos realmente
hubieran respetado el tope salarial o la liga siguiera como en un principio se
tenía pensada.
Ahora,
el tener un nivel tan alto de béisbol, el ver jugar a muchas estrellas, el que
haya juegos de martes a domingo, el que la LIV sea considerada de las mejores
ligas de invierno ha servido para que muchos niños y jóvenes se acerquen a los
estadios a practicar este bello deporte que por mucho tiempo estuvo estancado.
Esperemos
que por el bien del béisbol veracruzano la LIV continue y se afiance, además de
que los equipos realmente trabajen y logren una autosustentabilidad económica
para no depender del gobierno estatal al cien por ciento.
Sería
una tristeza que Veracruz se quedara sin béisbol invernal.
Ya
lo dijo Yogui Berra: “¿Pensar? ¿Cómo diablos se puede pensar y batear al mismo
tiempo?”. Hasta la próxima.
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