Una
anécdota es un cuento corto que
narra un incidente interesante o entretenido, una narración breve de un suceso
curioso; y el rey de los deportes, tiene muchas en su haber, desde el béisbol
llanero, hasta el profesional, pasando por directivas, cuerpo técnico y
jugadores.
Un día, en el
estadio “La Arrocera”, de la ciudad de Acayucan, un servidor platicaba con Armando
Rodríguez (Q.E.P.D.), y le cuestioné:¿Cuál ha sido el jugador que más te ha
impactado? A lo que el cubano me respondió: Joe DiMaggio. Era un jugador que
siempre estaba estudiando el reglamento, pensando de qué manera podía “doblar”
las reglas. Y fue por él que se modificaron dos reglas del pisa y corre en el
béisbol. Cuando él estaba corriendo en una base, y salía un elevado, se hacía
algunos pasos antes de la base, calculando la altura de este, y salía
corriendo, para que cuando el fielder atrapara el fly, DiMaggio estuviera
pisando la colchoneta; y ya con mucho impulso, llegaba fácilmente a la
siguiente base. Otra jugada que él hacía, era a la defensiva, cuando le salía
un elevado y tenía el corredor en base. Para que no le hicieran el pisa y
corre, no atrapaba la pelota, sino que la iba malabareando y cuando estaba
cerca del cuadro, ya la atrapaba para que el umpire cantara el out y así el
corredor, no pudiera avanzar.
Por otro lado,
Aarón Soto me contó que, en una ocasión, en la Liga Municipal de Banderilla, se
jugaba la octava entrada de un partido, y al bat estaba Daniel Alarcón, teniendo
la casa llena, con cuenta de 3 y 2. El siguiente lanzamiento fue una clara
bola, tan alto y abierto, que hasta el cátcher tuvo que levantarse; el bateador
confiado empieza a caminar hacia la primera, y cuál fue su sorpresa que el
umpire canta el tercer strike, a lo que con justa razón le dijo el bateador
¿Por qué me ponchas, no estas viendo que fue una bola?. A lo que el umpire, muy
seguro de sí mismo, le respondió: ¿Y dónde quieres que te ponga, no ves que hay
casa llena?
Recuerdo mucho
que en la temporada 2009, terminando un partido de playoff, estábamos en la
oficina de Chileros, Carlos Suárez, Carlos Martínez, Hugo Velasco y un servidor.
Recuerdo muy bien que Suárez me dijo: Oye Iván, ¿Tu sabías que Carlos Martínez
fue pitcher?. Yo muy sorprendido le dije ¿De veras?. -Sí, el fue pitcher, es
más, tiene una placa en el Beisborama (estadio de Córdoba), porque lanzó juego
sin hit. Yo, más incrédulo, volví a preguntar ¿En serio? Sí! me respondieron -fue
un juegazo, sin hit. Yo me volví hacia Martínez y le dije “Pues si fue un
juegazo, sin hit, eso es muy difícil”. A lo que me dijo Carlos Martínez, “Sí
fue un juego sin hit: puros dobles, triples y cuadrangulares me dieron”.
Por último un
chiste que me contó Edgar Parroquín: Cuando murió Héctor Espino, subió al cielo
y tocó la puerta para entrar al paraíso. Le abrió San Pedro y le preguntó ¿Tu
quién eres?. A lo que Espino le contestó: Yo soy el superman Héctor Espino. San
Pedro le contestó: No pues no sé quién eres, no te tengo en la lista, déjame
preguntarle al Señor. San Pedro fue con Dios y le dijo: Oiga jefe, aquí está un
tal Héctor Espino, ¿lo paso?. A lo que el Señor de las alturas le dijo: No, no,
no, no lo pases, pitcheale.
Quiero aprovechar para desearles a todos un excelente
año y espero, sinceramente, que se cumplan todos sus deseos, que la paz reine
en sus hogares; y, que haya mucho béisbol en el próximo 2012.
Ya lo dijo
Yogui Berra: “¿Pensar? ¿Cómo diablos se puede pensar y batear al mismo tiempo?”
hasta la próxima.
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