Pude ver la película Moneyball, o su título en
español, “El juego de la fortuna”, la dirige Bennett Miller y actúa en ella
Brad Pitt y Jonah Hill. Hablando cinematográficamente, la película no es mala,
en lo personal me entretuvo mucho, la historia te la cuenta de una manera en la
cual, el director te lleva de la mano a conocer la vida del Gerente General de
los Atléticos de Oakland, Billy Bane, y como pudo sustituir a tres de sus
jugadores importantes que dejaron el equipo Jason Giambi, Jhonny Damon y Jason
Isringhausen.
Hablando de
lo que nos interesa, ¿de qué trata realmente Moneyball?. Simple y sencillo; de
una manera diferente de analizar el béisbol. En el mundo del rey de los
deportes, todo, absolutamente todo son números. Y si analizamos esos números,
¿realmente podremos formar un equipo ganador ?.
Una de las
premisas de la película que me llamó enormemente la atención, es que, “No se
deberían comprar jugadores, deberían comprar victorias”. Aquí hago un pequeño
paréntesis para recomendar una página web www.sabermetrico.com.
En ella hacen un análisis de las nóminas de equipos de la gran carpa, por
ejemplo los Yankees de Nueva York invirtieron para este año la cantidad de
$201,689,030., de dólares, y ganaron en total 97 juegos, estamos hablando que
cada victoria le costo al equipo $2,079,268.35 dólares, caso contrario los Rays
de Tampa Bay, pagaron por la temporada $41,932,171, tuvieron 91 victorias en
este año, por lo que cada juego ganado tuvo un costo de $460,793,09 billetes
verdes; el equipo campeón de los Cardenales de San Louis, invirtieron en la
temporada $105,433,572, obtuvieron 90 victorias, por lo que cada juego en que
salieron airosos, salió en $1,171,484.13. Estamos hablando de que, ni contando
con los jugadores más caros, podremos estar seguros de llevarnos el campeonato.
Quiero
ahondar en una frase que escuché en la película y que tiene mucha razón, es que
“Para poder generar carreras, hay que tener hombres en base”, no importa si
llegó con hit, base por bolas, error, o como fuese, simplemente hay que
embasarse. Esta estadística se representa en el OBP (Porcentaje en base).
Entonces lo que se busca es tener jugadores con un alto porcentaje de OBP. Y
aquí se resalta un aspecto, que te lo enseñan desde niño, hay que ser paciente
en la caja de bateo, tratar de ir siempre a la cuenta máxima y así dar pie a
que el pitcher haga más lanzamientos en una entrada.
Por lo que
respecta al pitcheo, casi siempre, nos enfocamos al porcentaje de carreras
limpias (PCL), pero ¿realmente esa estadística nos lo dice todo?, porque al
final de cuentas el pitcher recibe hits y otorga bases por bolas. Creo que para
analizar a los mejores serpentineros, se debería tomar en cuenta, cuantos
innings lanzó, cual es su PCL y que porcentaje le batean los contrarios.
Ahora, no
todo es números, también debes poner un buen manager, que es la cabeza del
equipo, alguien que deba tener una buena relación con jugadores y sea un mediático
entre la oficina y los peloteros.
Ya lo dijo Yogui Berra: “¡¿Pensar?! ¡¿Cómo diablos se puede pensar y batear al mismo tiempo?!” hasta la próxima.
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